¿Quién no ha comido alguna vez un gofre en una feria o festival? ¿O para desayunar en domingo? ¿O para merendar una tarde lluviosa?

Los gofres son consumidos y adorados en todo el planeta, pero, ¿sabes cuál es su origen?

Un gofre no es más que una masa leudada, de color dorado y textura algo crujiente en el exterior y suave en el interior que se cocina entre dos placas de hierro muy calientes. Éstas tienen forma de rejilla, lo que garantiza la cocción de toda la masa.

Se cree que los antiguos griegos ya usaban unas placas de hierro para cocinar masas en su interior. Posteriormente encontramos en la cocina referencias a dos placas de metal (llamadas “waffer”. La palabra inglesa para referirse al gofre es “waffle”) conectadas con anillas a modo de rudimentarias gofreras. Porque, y esto es esencial, sin gofrera no hay gofre

Desde entonces, mucho ha evolucionado esta delicia y lo mismo lo tomamos para desayunar, en el brunch, merienda o como tentempié. Los encontramos dulces y salados y sus variantes principales son: 
       -   Gofres belgas: los encontrarás en los puestos callejeros de todas las ciudades belgas y           de gran parte de Europa desde finales del siglo XX y se sirve recubierto de diferentes          toppings.

-       El gofre de Lieja: es más pequeño y denso que los tradicionales gofres belgas y se añade una fina capa de caramelo líquido que lo recubre, resultado de añadir en el último momento a la masa un jarabe que le confiere un sabor distintivo. La mayoría se sirven tal cual sin acompañamiento, aunque hay quien le gusta saborizarlos con vainilla o canela o añadirles frutas y cremas. El gofre fue inventado por un cocinero del principado de Lieja en el siglo XVIII.

-       El gofre lilés es una especialidad de la ciudad de Lila y, en general de la parte francesa de Flandes. Es un gofre de forma ovalada que se abre en dos para rellenar con azúcar moreno o vainilla. El general Charles de Gaulle, oriundo de Lila, era muy aficionado a este tipo de gofre y se encargaba de que faltase en el Elíseo.

-       El gofre americano, tradicionalmente servido para desayunar cubierto de mantequilla y distintos siropes. Generalmente más finos y densos que los gofres belgas. También se sirven con alimentos salados, como huevos revueltos, pollo ahumado, queso crema o aguacates. 

-       El gofre de Virginia está elaborado con harina de arroz o de maíz en lugar de harina de trigo e igualmente se sirve con comida dulce como salada.

-       Potato waffle de Reino Unido, generalmente servido con alimentos salados, se alabora con patata, aceite y diversas salsas. Se sirve como acompañamiento o snack y se preparan al horno, a la parrilla o fritos.

-       El gofre de Hong Kong se sirve también en los puestos callejeros y muy calientes. Es parecido a los gofres europeos, no en vano fueron los ingleses quienes introdujeron este postre, si bien los del país asiático son de mayor tamaño y formas redondeadas divididos en cuatro. Suelen servirse con mantequilla de cacahuete y se dobla en un semicírculo para comerlo. Es ligero, nada denso y podemos encontrarlo de varios colores.